El fuego en los campos y bosques fue un mecanismo ecológico natural.
Fue.
Hoy es un azote infernal que se lleva, en un instante, años de trabajo, ilusiones y vidas.
Presenciar el fuego y fotografiar el trabajo de las personas que tratan de combatirlo, siempre es una experiencia sobrecogedora, en la que deslumbran el poder de la llamas y el coraje de las personas.
Santiago Echaniz