Lo público y lo privado; lo privado y lo público.
El cielo o el infierno (de cualquiera de los dos lados).
Barreras o nexos con tenues señas personales ¿Qué manos las barnizaron en su esplendor? ¿Qué manos tejieron aquella cortina? ¿Al ritmo de que pensamientos se movieron?
Mil manos (veces) abrieron picaportes y fallebas, pero sólo una las cerró por última vez.
¿Qué se sentirá al hacer el último paso por el umbral?
Santiago Echaniz